El descanso es fundamental a la hora de estudiar. Es de vital importancia no abotargarnos ni bloquearnos mentalmente. Y en el artículo de hoy vamos a ver por qué y cómo llevarlo a cabo. Es más, debemos considerar igual de importante a la hora de planificar el estudio, planificar los descansos.
Como en todo en esta vida, la calidad suele ser mucho mejor que la cantidad. Y si eres de los que piensan que vas a aprender más por estar sentado delante de los libros durante muchas horas, déjame que te diga que estás cometiendo un error tremendo.
Hay múltiples estudios que relacionan la importancia de los descansos durante el estudio con el aumento del rendimiento académico (si, hay estudios para todo). La recomendación más extendida es planificar una media de 10 minutos por hora de estudio. ¿Por qué de media? Porque se ha establecido que puede ser efectivo dividirlo en espacios más pequeños si la materia es poco densa, o alargar la pausa tras un periodo largo de estudio. Por ejemplo:
- 30 minutos de estudio/ 5 minutos de pausa.
- 60 min. / 10 min.
- 90 min. / 15 min.d
No es recomendable utilizar bloques más largos de 90 minutos.
Efectos
Los efectos de no realizar pausas los puedes ver a corto plazo. Empiezas a mirar la hora, a ver cuándo toca hacer pausa. No estas a gusto y no te enteras de nada. A todos nos ha pasado.
A largo plazo, el efecto es aún más evidente: La baja motivación y la pérdida de rendimiento son mas evidentes. Al contrario, al planificar las pausas durante el estudio, sus efectos son igual de evidentes:
- Mayor concentración durante el estudio
- Menos sensación de cansancio
- Mayor motivación
- Aprendizajes más significativos.
Existen técnicas de estudio, como la Técnica Pomodoro, que están diseñadas en torno a las pausas. Pero incluso aunque no las usemos, y usemos cualquier otra técnica, nuestro calendario de estudios debería incluirlas sin duda alguna.