El artículo del domingo se lo dedicaremos a ésta técnica tan conocida, pero no por ello menos importante: el resumen. Todos lo hemos usado, todos hemos hecho más de uno, seguramente. Pero, ¿Lo hemos hecho bien? ¿Hemos usado todas las ventajas que nos ofrece? Vamos a verlo.
Para empezar, ¿qué es un resumen? Es un texto de longitud variable que sintetiza las ideas y conceptos de otro texto de mayor tamaño y complejidad. La idea es que un resumen ocupe, aproximadamente, una quinta parte del texto que está sintetizando.
Hay que recalcar que un esquema, del que hablaremos en otro artículo posterior, no es un resumen ni lo pretende, teniendo otra estructura y otra función. El resumen pretende acortar y seleccionar la parte vital o más importante del contenido que estamos resumiendo.
¿Cómo hacer un buen resumen?
Primero hay que leer de forma profunda el texto a resumir. No hay que leerlo por encima, hay que comprenderlo. Sin entender la materia que vamos a resumir no podemos continuar con el resumen. Nos puede ayudar el separar nuestros apuntes en párrafos. Cada párrafo debería desarrollar una idea capital.
Después deberíamos transcribir esas ideas fundamentales y principales de cada párrafo en una nueva hoja. Cada idea fundamental de cada párrafo debería ocupar una frase.
Junta todas las frases juntas, formando un texto nuevo. Este debería ser el resumen de tu texto, juntando dichas ideas fundamentales y principales del texto principal.
Una vez terminado, lee tu nuevo texto, tu resumen, e identifica con cada frase los conceptos del texto principal a los que hace referencia.
Ventajas
- Permitir al estudiante centrarse en los puntos principales del texto.
- Resumir la información de un texto en una serie de apuntes para su lectura posterior
- Brindar el centro de la información generada durante un período de tiempo extenso.